Dulces drogas que resucitan,
acarician los huesos y ensucian ojos,
que abren mañanas
y cierran la ventana.
Dulces formas de pensar
buscando cariño y vicio a partes iguales.
Anoche tenía muchas ganas de quererte
pero se me hizo tarde.
Busco línea,
doblo el pulso
y pido aire.
Viejos nudos con nuevas cuerdas.
Desátame.
---
Me palpo, nervioso, los ojos y los pies y el dedo gordo
de la mano lo meto en el ojo, y estoy sucio
y mi vida oliendo.
Y sueño que he vivido y que me llamo de algún modo
y que este cuento es cierto
Muere, sólo muere, Panero.
sábado, 8 de marzo de 2014
lunes, 17 de febrero de 2014
Presente
Vivimos sin llegar al techo, pegados al aire rancio de los
rincones,
huimos de cada silencio llevando a peso un montón de palabras sin
usar,
de esas libres de historia,
palabras sobras, que sueñan con tomar vida
y no encuentran su ocasión.
No serán putas verdades, serán no sidas, nunca crearán el
momento que esperas.
Con los ojos cerrados, para nadar bajo las olas de miedo,
miedo a perder
contacto, a frases que no entendemos,
a no ser la flor que consigue salir del lodo.
Nos envenenamos con noticias viejas y morimos en futuros que
no suceden.
Leemos tratando de entender, sin contagiarnos de lo escrito
para,
durante el intento,
Dejar de vivir.
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