lunes, 17 de febrero de 2014

Presente

Vivimos sin llegar al techo, pegados al aire rancio de los rincones, 
huimos de cada silencio llevando a peso un montón de palabras sin usar, 
de esas libres de historia, 
palabras sobras, que sueñan con tomar vida 
y no encuentran su ocasión.

No serán putas verdades, serán no sidas, nunca crearán el momento que esperas.

Con los ojos cerrados, para nadar bajo las olas de miedo,
miedo a perder contacto, a frases que no entendemos,
a no ser la flor que consigue salir del lodo.
Nos envenenamos con noticias viejas y morimos en futuros que no suceden.

Leemos tratando de entender, sin contagiarnos de lo escrito
para,
durante el intento,

Dejar de vivir.